lunes, 15 de febrero de 2010

Chicas Fuertes


Llegué aquí, con mis pasos perdidos
sin la ayuda de una estrella,
sin la ayuda de un cielo
llegué aquí para verme correr,
para verme reinar
en mi patria de horizontes,
en tus ojos de envidia
para verme, eterna siempre mía

Decidí, que ya nunca más sería de nadie
que hoy al menos no sería tuya
que puedo llegar a perder
pero nunca estarás a mi lado
cuando me toque ganar
al menos una vez

Y yo me vuelvo hacia atrás
y contemplo los mares que olvidé
las lunas antiguas, que no saben amar
a un pasado lejano que no tuvo nombre
o que yo nunca lo recordé

Y al fin hoy he vuelto a mirar a los ojos
a gritar que todo será mío
que nada será de paso
cuando vuelva a correr
con mis botas descalzas
con mi nombre sellado

Y así alzarme por encima de lluvias
que desgastan los días
que nada quieren de mí
que olvidan los tequieros y los besos
lluvias, que no saben mojar
que fueron pasajeras.
que nunca jamás, volveremos a llorar




2 comentarios:

Malone dijo...

el rimel como pintura de guerra. dímelo a mi que tengo tres hermanas...
el texto es muy bueno, de verdad.
un saludo, juanito

juanito dijo...

Yo no tengo hermanas, pero siempre hay mujeres cerca en nuestras vidas, así que es fácil.
Lo del texto viniendo de ti, es un jodido honor!!!