lunes, 13 de octubre de 2008

Lorca

Máscara. (riendo)

Un verdadero encanto

Mecanógrafa

Yo me fuí de su casa. Recuerdo que la tarde de mi partida había una gran tormenta de verano y había muerto el niño de la portera. Él me dijo: "¿me habías llamado?; a lo que yo contesté, cerrando los ojos: "No". Y luego, ya en la puerta, me dijo: "¿me necesitas?"; y yo le dije: "No, no te necesito".

Máscara

Precioso.

Mecanógrafa.

Esperaba siempre de pie toda la noche hasta que yo me asomaba a la ventana.

Máscara

¿Y usted, señorita mecanógrafa?

Mecanógrafa.

No me asomaba. Pero...lo veía por las rendijas...; quieto (saca un pañuelo), con unos ojos...Entraba el aire como un cuchillo, pero yo no le podía hablar.

Máscara

¿Por qué, señorita?

Mecanógrafa.

Porque me amaba demasiado.



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Joven

¿Estás contenta aquí?

Mecanógrafa

¿Has escrito las cartas?

Joven

Arriba se está mejor. ¡Vente!

Mecanógrafa

¡Te he querido tanto!

Joven

¡Te quiero tanto!

Mecanógrafa

¡Te querré tanto!

Joven

Me parece que agonizo sin ti. ¿dónde voy si tú me dejas? No recuerdo nada. La otra no existe, pero tú sí, porque me quieres.

Mecanógrafa

¡Te he querido amor, amor! Te querré siempre

Joven

Ahora...

Mecanógrafa

¿Por qué dices ahora?

Joven

Yo esperaba y moría

Mecanógrafa

Yo moría por esperar.


Así pasen cinco años, Lorca


1 comentario:

Don dijo...

Yo no me explico cómo nadie te escribío aquí, muy bonita la entrada, sí señor.