jueves, 3 de julio de 2008

Gertrude escalerasa arriba, 1943


Para mí este hombre siempre fue un genio, más abajo os dejo uno de los que es a mi juicio uno de los grandes poemas de los últimos tiempos.
















pienso en Gertrude subiendo aquellas escaleras
en Saint Louis
hace tantísimos años
y en mí mismo tras ella
casi un crío todavía.
pienso en Gertrude subiendo aquellas escaleras
en Saint Loui
y nunca hubo escaleras tan ufanas y prometedoras como
aquellas
con las imágenes de Jesucristo de la casera
recortadas de revistas baratas
pegadas aquí y allá por las
paredes.
pienso en mí mismo subiendo aquellas escaleras
en Saint Louis
detrás de Gertrude
hasta su habitación,
entrando allí
la puerta firmemente cerrada a nuestra espalda
ella que servía el clarete
en vasos de tubo
en aquella triste pensión
cerca de un parque muy grande
con sus árboles deshojados de invierno.
allí de pie
Gertrude era tan hermosa
tan perfecta
una chica más allá de la mera juventud
una figura arropada en un sueño
perfecto
y mientras
estaba allí de pie ante mí
acabó por resultar
demasiado perfecta:
me tomé el clarete de un trago y me
excusé
a sabiendas de que
seguir a Gertrude por aquellas escaleras
en Saint Louis
era suficiente en
sí mismo
era
nuestro gran momento en común
y todo lo que viniera después
sería
cada vez menos
y menos
y quería recordarla
así: perfecta en el momento
antes de que se cansara del juego y nos cansáramos
el uno del
otro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bukowski, es lo que necesitamos ahora, en medio de tanto poeta mariquita que aparece por ahí.