Dos años después ha llegado a nuestras manos Aviones, su disco más maduro hasta la fecha. El disco es otra vuelta de tuerca a su sonido, y un querer hacerse mayores y más serios en su música, el problema es que quizás sea algo forzado. Las canciones de Aviones están llenas de guitarras acústicas, banjos, mandolinas e incluso un pedal steel tocado por el siempre presente Carlos Raya; todos instrumentos muy cercanos a la música de raices americana. Creo a mí modo de ver que también han querido sonar a Quique González. Con todo esto, el disco está recibiendo unas críticas excelentes en los medios, por la valentía del combo ha dejar atrás aún más, su pasado de grupo de quinceañeras, y convertirse en un grupo más adulto. No seré yo quien niegue ese paso adelante, y que hay que tener un par para dejar atrás tanto éxito y tanto dinero (que yo auguro que va a ir en descenso a raíz de este disco), y la verdad creo que de corazón que esta gente ama la música, aunque tuvieran su traspiés. Sin embargo con todo eso solamente, no se hace un disco memorable, y es el problema de Aviones, que no es un mal disco ni mucho menos, pero no es una maravilla, es excesivamente largo, hay canciones que sobran, y es excesivamente acústico, o al menos para las letras que lo acompañan; si quieres hacer un disco de un tempo tan lento y tan tranquilo necesitas que las letras aporten esa intensidad que estas perdiendo al desenchufar las guitarras, y las letras no llegan a ese nivel salvo en contadas ocasiones (Backstage, Lady Madrid). La colaboración de Ariel Rot, para cerrar el disco, está a la altura, sin embargo no puedo decir lo mismo de la colaboración de Calamaro, creo que podían haberle sacado mucho más partido. En resumen, no es mal disco, pero lo mejor de Pereza está por llegar, sin duda.
Perdón por el vídeo de la canción, pero no había otra cosa.
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