viernes, 15 de mayo de 2009
Tiempo de Silencio
Hay tantos libros escritos, tantas palabras creadas, que si uno se para a pensarlo da hasta vértigo. Ahora bien lo que realmente es complicado es juntar conjuntos de esas, millones de palabras, en grupos de 4, 6, 2, ó 10 y hacer frases que tengan magia, que tengan encanto, que lleven trocitos del que las escribe, y trocitos del que las lee; eso es realmente jodido. Pero todavía queda algo más, y es que una vez que se consigue todo eso, hay que intentar que el resultado tanga coherencia, es decir, lo que comunmente se conoce como rizar el rizo. Así pues cuando uno se encuentra con uno de estos: numerosos quizás, pero escondidos escritos, la sensación de placer que experimenta al enfrentarse a ellos, es realmente abrumadora. Y en tanto eso es lo que ocurre cuando uno abre las páginas de: Tiempo de Silencio, la única novela de Luis Martín Santos, un escritor, político y siquiatra español, que vivió la dictadura, y recreó el estado de inmensa decandencia en la que cayó el país, tras la guerra civil. La clave de esta novela, no recae directamente en la historia que narra, sino más bien en como lo narra, y es que Martín Santos, utiliza un lenguaje para nada convencional, y que se sale del cliché clásico en el que estaban narrados la mayoría de los libros de aquella época, abusa (en el buen sentido) del monólogo interior, la segunda persona o el estilo indirecto, todo en pos de una narración que mantiene al lector pendiente, más por el hecho de no perderse ante tan enigmático lenguaje, que por el hilo argumental en sí. Tengo que confesar que yo la he leído con el diccionario al lado, aún así, recomiendo este despilfarro de la lengua castellana. Ánimense oiga!!! que es gratis, o casi. Saludos.
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