
Recuperé tus milagros
que andaban perdidos
en una retina que una vez tuve
y poco a poco se apagó,
los encontré de noche
pisoteados, llenos de polvo y desinterés
como si fueran mis únicos hijos
los apreté contra mi pecho
Ahora que los palpo y los resuelvo
ahora pienso que una vez exististe
que fuiste de viento y de nada
que siempre tuviste prisa por salir corriendo
y diez años después todo ha cambiado
todo se volvió de colores emparejados
de calcetines doblados y cena congelada
todo se volvió justo com tú me lo habías contado
y yo hora te pregunto:
¿sigues haciendo milagros?
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