viernes, 24 de septiembre de 2010

Santana-Guitar Heaven

Una verdadera lástima el nuevo disco del otrora grande Carlos Santana. Este nuevo trabajo de nombre Guitar Heaven, the Greatest Guitar Classic of All Time (ahí es nada), es una nueva decepción en la carrera del guitarrista mexicano. Cuando se anunció que se estaba gestando el álbum, no es que esperase una obra de arte, pero si uno de esos discos de versiones que traen unos cuantos caramelos que llevarse a la boca, un trabajo con unas cuantas canciones que te pegan una sonrisa a la cara cuando las disfrutas por primera vez, uno de esos que pasas semanas pinchando constantemente las 4 ó 5 canciones que más te gustaron; nunca un disco de versiones tendrá entidad conjunta, pero si algunos disfrutes individuales de alto calibre, pero amigo, este no es el caso.

La selección de canciones no daba lugar a dudas, lo más clásico de algunos de los más clásicos, ¡¡si hasta estaba el Smoke on the Waters de los Deep Purple!!, junto con algunos buenos cantantes (Crhis Cornell, Scott Weiland), algunas vacas sagradas (Ray Manzarek, el genial Joe Cocker) y algunas sorpresas (el rapero Nas, y la artista soul India.Arie). Así que lo único que había que hacer era tocar esos clásicos, disfrutarlos, pasarlos por el tamiz latino de la obra de Santana, y dejar a los invitados aportar su granito de arena, pero el resultado dista mucho de lo esperado.

El caso es que Guitar Heaven, es algo así como una continuación de Supernatural su disco de 1999 pero peor, me explico. Aquel Supernatural fue un intento (y se consiguió) de devolver a Santana a la primera plana musical mundial, la jugada tuvo su miga, pero salió bien: canciones muy producidas, lucimiento para los solos de la guitarra de Carlos, y la incursión de la voz de algunas "estrellas de la música actual" glupps. Sea como fuere, aquel álbum no salió mal y el truco funcionó en algunas canciones; sí, era comercial pero tenía su encanto volver a escuchar a Santana interpretando nuevas canciones y recibiendo los honores que merecía. Pues bien, este disco sigue la estala de aquel, pero con clásicos de la música rock no con temas nuevos , y aquí la mezcla no funciona (¿no hubiera sido mejor que los invitados compusieran las canciones como en Supernatural?). El problema es que las canciones se limitan a ser unas meras versiones de las originales pero con una producción muy comercial, las voces altísimas en primer plano, todo recargado, y luego largos silencios para que Santana hagas sus solos, no hay más. Algunas canciones son agradables de escuchar, claro, porque siguen siendo auténticos temacos y es difícil destrozar el riff de Sunshine of your Love en manos de un gran guitarrista, o no disfrutar de Chirs Cornell cantando Who Lotta Love, probablemente de lo mejor del disco, pero el resultado general desmerece mucho las canciones originales. Las canciones donde se intenta hacer una relectura tienen resultados parecidos al resto, aunque Back in Black empieza bien, luego acaba perdiendo el norte y uno desea que se acabe para pinchar el Live de los AC/DC, la versión de While my Guitar Gently Whips, a cargo de India.Arie logra captar nuestra atención con esos arreglos árabes de los que el señor Harrison se sentiría orgulloso y la genial voz de la cantante, aunque el ritmo tan artificial que le añaden a la canción resulta algo cansino, y al final el tema vuelve a convertirse en un lucimiento personal de Santana.

En definitiva otra de arena (creo que la de cal es la buena), en la carrera del guitarrista de Jalisco, será mejor volver a escuchar Abraxas y olvidarse de todo.

1 comentario:

Malone dijo...

una retirada a tiempo... pero supongo que también hay que comer todos los días