viernes, 29 de febrero de 2008

¿De qué sirven?

El no de la noche
el no del dolor,
el no de jamás nos abrazaremos los domingos por la tarde
el no de lo inesperado
Y yo, sincero y cariñoso
con los dedos palpando tus mejillas
con los labios besandote como jamás me has dejado
y aquí mi corazón
solo sin ti,
solo sin tu corazón, y se pregunta:
¿de qué sirven las estúpidas palabras?
¿de qué sirven, idiota tus versos?
¿de qué sirven ahora?, si yo no tengo su amor
y tú hoy duermes sin ella,
dime, ¿de qué sirven?

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